jueves, 25 de febrero de 2010

EL CAMBIO MELANCOLICO

Tanto y tantas veces se ha usado este termino que es difícil desligarlo de su primero y mas aclamado significado: el cambio de signo en la política nacional. Pero no, no voy a aburriros con mas política trivial y sonajera.

Y aquí comienza el cambio: corrian los años sesenta, esos que la mayoría de vosotros no habeis conocido, aquellos en los que yo ya pateaba una pelota, y con cierto tino, porque no voy a decirlo.

Se respiraba un ambiente distendido, o por lo menos yo lo apreciaba de esa manera, los días eran refulgentes, los edificios no existían, no había ascensores (tampoco había donde subir con ellos), cuando el poniente se manifestaba era una especie de festin vendavalero diurno, aun mas si ya corria el mes de Mayo, cuando el solapio pegaba sin tregua ni perdón y la temperatura se hacia torrida incluso a altas horas de la tarde, entonces se agradecia el fresquito húmedo del poniente, que venia del rincón de las panochas, montaña a poniente que se llenaba de nublos y descargaba cuando estaba bien llena o le venia en gana.

Salias a la calle, por supuesto de tierra y piedras, sin acera, con una farola por distrito, de las que se atornillaban a una fachada privilegiada, donde pasaban las noches las salamanquesas disputándose palomicas pegadas a la pared, a la luz de la farola.

Y había cuatro ministerios, o menos, uno seguro, que era el de hacienda, en ese edificio que aun se conserva, con macetas en el patio, dos despachos en la planta baja, sin mostradores, con un ordenanza con gorra de plato, que amablemente te leia el periódico mientras hacias cola con el otro señor para que te atendiera D. Fulano, que era primo segundo de tu cuñada.

Y el ordenanza lo sabia y te preguntaba por la tia Mariquilla, la del pueblo, que enviudo hace unos cuatro años y se había ido a vivir con su hija, la que se caso con el camionero de Valencia, y justo en ese momento se abria la puerta de D. Fulano, mientras la atravesaba sin dar la espalda un señor con gorra en la mano y pantalón marron de pana de canutillo gordo, que cerraba la puerta delante de el, para no dar la espalda a D. Fulano en ningún momento.

..Y en ese momento el ordenanza se levantaba presto dirigiéndose a la puerta del despacho, cruzándose con el señor de la gorra, al que saludaba alzando la suya al cruzarse por el largo pasillo, y tocando suavemente a la puerta con sus nudillos, entreabría y con respeto cuchicheaba algo con D. Fulano, volviéndose al instante mientras te llamaba con un gesto de la cabeza. Te adelantabas por el pasillo, mientras empezaban a temblarte las piernas, y con la puerta ya abierta de par en par por el ordenanza, se adivinaba la silueta de un señor serio, con chaqueta y corbata, detrás de una mesa enorme, llena de papeles, que levantándose y dándote los Buenos Dias, te invitaba a sentarte.

…Entonces tú eres el cuñado de Dolores, mi prima segunda. ¿Qué te trae por aquí?

…Pues mire usted, D. Fulano, que recibimos el mes pasado en la casa una carta de aquí, del Ministerio, que dice algo del Pago de la Curva que no entendemos, y como salió la conversación el Domingo pasado con Dolores, me he tomado la libertad de su parte de venir a preguntarle y a ver si usted fuera tan amable de decirnos que significa. Ya sabe usted que nosotros no sabemos mucho leer.


Al llegar a la puerta te cruzas con uno de Black Star, con chaqueta, porra, grilletes y pistola, que te mira amenazante. Subes las escaleras, cruzas dos puertas de cristal y pasas por un torno que irremediablemente te hace pasar por un arco que pita endemoniado, avalanzandose hacia ti dos Guardias Civiles, echándote para atrás y diciendote que te vacies los pantalones, te quites la correa, pongas el chaquetón y la cartera en la cinta de goma y vuelvas a pasar con las manos despegadas del cuerpo.

Una vez repuesto del primer susto, te encuentras delante de un cartel de plástico de diecisiete colores con dos bandas azules a los lados y letras mayúsculas en la cabecera, donde se señalan una veintena de secciones, negociados y secretarías, que no eres capaz de leer, y si lo haces es peor, pues no te enteras de nada, ni existe lógica que las desentrañe.

Te diriges a un cartel familiar que pone INFORMACION, y cuando llevas cinco minutos delante del funcionario que hay detrás de la mesa hablando por teléfono, tapando el micrófono con la mano, te pregunta si has cogido número… ¿Qué numero? ¿Dónde están los números?

…En la columna de la entrada, en el dispensador rojo, el del letrero de ASISTENCIA AL CIUDADANO.
Claro, como no pone INFORMACION no había pensado que había que coger numero.
Bueno coja un numero y yo le atiendo.

Te diriges al dispensador, cojes un numero y lo miras, el 763D, y te vuelves con cara de panfilo al mostrador de INFORMACION, donde el señor de detrás de la mesa continua hablando por teléfono, y sosteniendo el numero entre los dedos, pones la mano encima del mostrador de Silestone como quien no quiere la cosa, pero al alcance de la vista del telefonohablante. Te mira con desgana, dice que tiene que colgar, te quita el numero de la mano y te que pregunta:

¿Que quieres?
Enseguida respondes que tienes una citación para el Negociado de Asuntos Economicos Locales, que recibistes el mes pasado y no te ha sido posible venir antes.
Con un gesto de la mano, te solicita el documento, que sacas dentro de un sobre abierto y se lo entregas. Lo mira con desprecio, se fija en la fecha y te responde: Esto hace mas de un mes, por lo que ya ha caducado, tienes que hacer un escrito dirigido a la Subsecretaria de Recursos y Notificaciones, para que te vuelvan a enviar la carta y tengas cuidado de venir cuando te llamen, ya que después de la segunda citación pasa a Ejecutoria.

Te cagas en su puta madre por dentro, le enseñas una sonrisa de dientes y le preguntas desilusionado: ¿Dónde esta la Subsecretaria de Recursos y Notificaciones?
Se ha trasladado al otro lado de la ciudad, ya que el despacho de arriba esta de obras, pero son las 12:45, cierran a las 13:00 y no te va a dar tiempo de llegar.

Te das media vuelta, pasas rápido delante de los Guardias Civiles, casi chocas con las puertas de cristales automaticas de lo rápido que vas por el cabreo que llevas y prefieres no mirar al de Black Star, porque eres capaz de meterte en un follon.

Os dais cuenta, queridos lectores, de lo que significa el titulo del post de hoy: EL CAMBIO MELANCOLICO.
¿ A que os gustaría ser el cuñado de la Dolores aunque solo fuera durante un día?

miércoles, 24 de febrero de 2010

OTRO CIRCO MAS

Bueno, Rafa. Efectivamente has vuelto a poner en candelero algo que de forma subliminal esta presenta en cada uno de los minutos de nuestra corta (o larga, según se mire) existencia.

Imbuidos en nuestro quehacer diario, cada uno de nosotros nos responsabilizamos de nuestro dia a dia, y además de su resultado, que debe ser optimo, que para eso lo hacemos. Pero desgraciadamente no todo el mundo tiene un dia a dia, y menos en estos tiempos que corren de crisis económica-financiera, que gracias a Dios solo es eso, con toda su dura realidad y crudeza.
Todos ellos se han visto impulsados a una sociedad de consumo y bienestar deseable, con metas fácilmente alcanzables, casi sin esfuerzo y a edades que no tienen una correspondencia lógica a su situación económica y social, y entonces es cuando sobreviene la terrible realidad; en el momento en el que la propia sociedad denuncia el autoexceso y el ajeno en cuanto a metas , que no inalcanzables, sino insostenibles comenzando a reponer a cada uno en su lugar en función de su formación, experiencia y responsabilidad.
Mas del 80% de los involucrados en la recesión se transforman en hombres de paja, vacios, fútiles, sin formación ni responsabilidad, sin recursos personales que explotar sino solo la fuerza física y nada mas. No existiendo ni capacidad de compresión ni aprendizaje, hace su aparición un elemento muy bien llamado distractor, y ponle el apellido que quieras, para unos sera el futbol, para otros la política, para otros los cuchicheos televisivos y un largo etcétera muy fácil de detectar solo con cerrar los ojos, escuchar y analizar lo escuchado fuera del entorno en el que se produce.
Todo es mentira, distracción, “pan y circo” para tenerlos no acallados , sino anulados en la mas misera y triste posición de miedo expectante, con promesas inútiles de futuro cierto y de retomar presencia social. Dá igual, el problema es mucho mas profundo y ha sido planeado por una o unas de las mentes mas privilegiadas y perversas; si anulamos al individuo en su formación y capacidad de aprendizaje, si hacemos del individuo pensado de forma unitaria como algo despreciable e indefenso, amparándolo solo y exclusivamente en la masa que se mueve al unisono y con derechos sociales básicos, tendremos un país de idiotas individuales o idiotas en masa que no es capaz de pensar ni de responder a estimulos, solo a aquellos que emanen de una orden convenientemente emplazada en el tiempo y con fines explícitamente definidos.

…Y volverán a ganar las elecciones, que es lo que a ellos les importa, mantenerse en sus puestos bien retribuidos, asegurándose el futuro a medio-largo plazo para poder seguir ninguneando el resto de su serpenteante y arrastrada vida de gusanos.
Esa es la sociedad en la que vivimos y la sociedad que nos han procurado. Luchemos con el buen hacer diario, la responsabilidad de nuestros actos y la formación en nuestras vidas. Así podremos demostrar a esa sarta de politicos, que a su pesar todavía existen españoles que se preocupan de su país.

viernes, 12 de febrero de 2010

El circo

...Y es que pongo un circo y me crecen los enanos.
Y que verdad es eso, parece que la ley de Murphy se autoperpetua por el mero hecho de verificarse. Si las cosas pueden ir a peor, lo haran.
Por ejemplo, te compras un terreno con caracteristicas cortijeras, en un sitio para ti idilico, con previsiones de poder hacerte una habitacion para echar la siesta fresquito y comienzan las andadurias administrativas; si, esas de las que hablabamos hace unas semana: solitud de permiso al ayuntamiento, solicitud de permiso a la consejeria, solicitud de documentacion a diferentes estamentos administrativos para completar la documentacion solicitada, proyectos, personas, tecnicos, leyes, ordenanzas... joder, que solo me quiero echar la siesta¡. Bueno, empiezan a aclararse las cosas, lo publican el en el boletin, se concede la liciencia, ahora se prersenta una licencia para otra licencia y despues àra otra mas, la definitiva, que por fin llega.
Fenomeno, vamos a empezar. Bueno ahora no porque ha caducado la primera, solicitud de demora.
Buscas los albañiles, te hacen cuentas, mas cuentas, mas cuentas, la factura no baja, solo sube y sube y sube hasta que te hartas de rectificar y dices, biueno, asi ya esta medio bien, y que sea lo que Dios quiera...
Perfecto, empiezan las obras, te las para el ecologista de turno.
Se reanudan las obras, hierros, cemento, mas hierros, mas cemento, dudas, problemas, se solventan y por fin el techo.
Lo encofran, lo preparan y lo funden de hormigon, en plancha, una maravilla.
Empiezas a frotarte las manos de las siestas que estas imaginando y, de pronto, probablemente por la energia exotermica del hecho de haberlas frotado comienzan a arrejuntarse nubes, y nubes, y nubes y mas nubes y empieza a llover, y a llover, y a llover mas y mas y mas y mas y mas y ya dices, leche, esto no es normal.
Cuando mas contento estas de la panza migas que tas metio, sale el rio, de punta a punta, y venga agua, y agua y agua y agua, y mas agua y agua, y agua, y asi dos meses.

Y ya de pronto dices, vamos a ver, si los recursos hidricos andaluces estan a un 80%, sigue lloviendo, el rio lleva mas de tres cuartas de agua, yo no puedo pasar al cortijo cruzando el rio y el encofrado sigue pjuesto, que coño de rio es este?

Y tre viene a la memoria lo del circo y la ley de Murphy. Efectivamente, se confirma, si existe la posibilidad de que las cosas puedan empeorar, empeoran, o sea, vuelve a llover.
¡Cágon¡ y eso que estamos en la España seca y subdesertica, si llegamos a estar en la España humeda, nos tiene que poner dodotis pa dormir.

¡Deja ya de llover, leche, y dejame pasar a mi cortijo¡

Mañana te diré algo mas.

Abur