viernes, 8 de enero de 2010
POLITICA IMPRESCINDIBLE
Es difícil, tras mucho analizar, pensar que sería de un país cualquiera sin una política que lo sustente. El grave problema es ¿qué política? y ¿cómo?.
Ineludible e inexcusablemente existe la necesidad de una política que medie en el devenir de un país, pues por mucho que uno analice y quisiera, es imposible concebir la existencia de un país sin ella.
Como nos pilla cerca, podemos empezar con nuestra amada piel de toro.
Sería deseable por ejemplo, que las cifras de paro no fueran las que son, que están empezando a crear verdaderos problemas socioeconómicos de índole grave si no severos; que el ladrillo como fuente de ingresos fácil para muchos poco formados, haya dejado de serlo con toda la repercusión que tiene sobre el resto de la sociedad, que cuando uno va a comprar algo donde intervenga la arcilla (aunque sea un botijo) lo miren con mala cara, con desprecio y te planten el consabido “eso es lo que hay, si lo quieres lo tomas y si no lo dejas”.
Políticas territoriales como solución al acercamiento a la sociedad de las determinaciones de ámbito general. Antiguamente las órdenes venían de Madrid y se difundían a toda la piel, ahora vienen de la cabecera autonómica tamizadas con el acento o dialecto correspondiente.
Economías descentralizadas de manera que la responsabilidad de las inversiones sea local y no vengan predeterminadas. De esta manera podremos gastar más y en cosas mucho menos provechosas.
Legislación diaria de tres renglones y medio como solución inmediata a pequeños problemas solucionables en la interpretación de la generalidad. Legislación para dar cabida al “todo cabe” como medida de defensa de pensamientos privados unificados que se priman en detrimento del bien general, desgraciadamente mal entendido.
Cronificación de una administración que se creía simplificada en pos de una interminable burocracia infinita. Superespecialización administrativa que pierde el sentido general de la misma y llega a la autoagresión en forma de conflictos de intereses comunes creados por la propia administración.
En fin, así mil y uno avatares (que ahora está tan de moda con el flim), políticas centrales de gobiernos descentralizados, con fines socioeconómicos oscuros y enrevesados, con administraciones `poco accesibles y un panorama político difícil de comprender, pero necesario e imprescindible a la postre, sea del signo que sea, con representantes incapaces de desempeñar incluso el oficio de chaperos, pero nos guste o no, política al fin y al cabo, de uno u otro signo político, donde únicamente sería aceptable la alternancia predeterminada como única posibilidad de mejora constante y garantía de desligamiento de los políticos como personas a su puesto de mandato.
Evidentemente son pensamientos personales que no espero que compartáis por el mero hecho de haberlos escrito y de que vosotr@s lo hayais leído, pero por lo menos hemos pasado un buen rato leyendo lo que existe dentro de algún pensamiento no propio.
Salu2.
Ineludible e inexcusablemente existe la necesidad de una política que medie en el devenir de un país, pues por mucho que uno analice y quisiera, es imposible concebir la existencia de un país sin ella.
Como nos pilla cerca, podemos empezar con nuestra amada piel de toro.
Sería deseable por ejemplo, que las cifras de paro no fueran las que son, que están empezando a crear verdaderos problemas socioeconómicos de índole grave si no severos; que el ladrillo como fuente de ingresos fácil para muchos poco formados, haya dejado de serlo con toda la repercusión que tiene sobre el resto de la sociedad, que cuando uno va a comprar algo donde intervenga la arcilla (aunque sea un botijo) lo miren con mala cara, con desprecio y te planten el consabido “eso es lo que hay, si lo quieres lo tomas y si no lo dejas”.
Políticas territoriales como solución al acercamiento a la sociedad de las determinaciones de ámbito general. Antiguamente las órdenes venían de Madrid y se difundían a toda la piel, ahora vienen de la cabecera autonómica tamizadas con el acento o dialecto correspondiente.
Economías descentralizadas de manera que la responsabilidad de las inversiones sea local y no vengan predeterminadas. De esta manera podremos gastar más y en cosas mucho menos provechosas.
Legislación diaria de tres renglones y medio como solución inmediata a pequeños problemas solucionables en la interpretación de la generalidad. Legislación para dar cabida al “todo cabe” como medida de defensa de pensamientos privados unificados que se priman en detrimento del bien general, desgraciadamente mal entendido.
Cronificación de una administración que se creía simplificada en pos de una interminable burocracia infinita. Superespecialización administrativa que pierde el sentido general de la misma y llega a la autoagresión en forma de conflictos de intereses comunes creados por la propia administración.
En fin, así mil y uno avatares (que ahora está tan de moda con el flim), políticas centrales de gobiernos descentralizados, con fines socioeconómicos oscuros y enrevesados, con administraciones `poco accesibles y un panorama político difícil de comprender, pero necesario e imprescindible a la postre, sea del signo que sea, con representantes incapaces de desempeñar incluso el oficio de chaperos, pero nos guste o no, política al fin y al cabo, de uno u otro signo político, donde únicamente sería aceptable la alternancia predeterminada como única posibilidad de mejora constante y garantía de desligamiento de los políticos como personas a su puesto de mandato.
Evidentemente son pensamientos personales que no espero que compartáis por el mero hecho de haberlos escrito y de que vosotr@s lo hayais leído, pero por lo menos hemos pasado un buen rato leyendo lo que existe dentro de algún pensamiento no propio.
Salu2.
jueves, 7 de enero de 2010
SIN TITULO
La última vez que escribí algo en este tablón digital, que supone la posibilidad de que alguien lo lea y no muchos en la realidad, escribí bajo un titulo a mi criterio acertado, y es que cuando escribo, lo primero que me gusta escribir es el título, y lo demás mana insensiblemente, sin esperarlo, con suave devenir y sin gran esfuerzo, para culminar en pocas frases en alguna moraleja o algún pensamiento profundo.
Hoy he comenzado sin título, sin guía, sin programa, sin orden ni concierto, sin nada reseñable sino el propio papel en blanco que supone la pantalla digital del ordenador. Pero no nos engañemos, hay miles y miles de temas de escritura y monoconversacion; monoconversacion ya que no es monologo por los comentarios que se añaden, ni conversación porque solo consta de una persona.
…Y es que me gusta escribir, pero no de la monotonía diaria, sino de aquellas pequeñas cosas que suceden a lo largo del día y que son las que le dan un cariz distinto a cada uno de ellos, esos pequeños detalles que hacen original cada día.
Podría escribiros que me he levantado a las 06:45 (como desde hace 26 años), que he ido a la consulta, como hace 26 años, que he visto tal o cual paciente como en los últimos 26 años, pero todos los días se repetirían una y otra vez, hasta la saciedad, monótonos, encantadoramente monótonos y odiosamente iguales.
Pero lo que realmente marca cada día como diferente del inmediatamente precedente no es sino su propio devenir, hoy es distinto de ayer porque esencialmente hoy no es ayer, ni las cosas que hoy están pasando lo hicieron ayer en el mismo momento, ni de la misma forma ni con la misma intensidad.
Esas pequeñas cosas a las que me refería, esas pequeñas alegrías, esos gestos cercanos y cariñosos, a veces solo amables pero entrañables que te ofrecen las personas que te rodean son los que te engrandecen, te enorgullecen, dan sentido a la vida, te permiten zigzaguear entre la monotonía diaria y culminan transformando un día insulso en un día brillante.
Cuantos días brillantes has tenido en los últimos, por ejemplo, 30 días, o dos meses, o un año? No permitas que la encantadora previsión de la monotonía diaria te abrume, haz de cada día algo distinto, algo diferente que le dé sentido al paso de las horas y te reconforte, primero de forma personal y luego compartiéndolo con tus cercanos, bien directamente o bien moralmente, sentimentalmente o cariñosamente, pero demuéstrate - demuéstrales que eres feliz, que te rodeas de aquello de lo que disfrutas, de aquello que sientes cercano, tuyo, propio, y que además no te importa compartir, que es la clave del éxito.
Dale entrada en tu vida a todo y todos los que te rodean, no te aísles de ellos, ofréceles tu tiempo y tu dedicación sin egoísmos de ninguna clase, pospón aquello que más te gusta para jugar diez minutos con tu cercano, ofrécele esa hora de casi sueño de forma alegre al otro que te lo pide y lo ves como lo anhela y te sentirás reconfortado, henchido, lleno de satisfacción, de vida en definitiva y transformando esa monotonía diaria en un devenir alegremente diferente. Se tú de los demás y tuyo propio, te sentirás vivo y rodeado de cariño.
Hoy he comenzado sin título, sin guía, sin programa, sin orden ni concierto, sin nada reseñable sino el propio papel en blanco que supone la pantalla digital del ordenador. Pero no nos engañemos, hay miles y miles de temas de escritura y monoconversacion; monoconversacion ya que no es monologo por los comentarios que se añaden, ni conversación porque solo consta de una persona.
…Y es que me gusta escribir, pero no de la monotonía diaria, sino de aquellas pequeñas cosas que suceden a lo largo del día y que son las que le dan un cariz distinto a cada uno de ellos, esos pequeños detalles que hacen original cada día.
Podría escribiros que me he levantado a las 06:45 (como desde hace 26 años), que he ido a la consulta, como hace 26 años, que he visto tal o cual paciente como en los últimos 26 años, pero todos los días se repetirían una y otra vez, hasta la saciedad, monótonos, encantadoramente monótonos y odiosamente iguales.
Pero lo que realmente marca cada día como diferente del inmediatamente precedente no es sino su propio devenir, hoy es distinto de ayer porque esencialmente hoy no es ayer, ni las cosas que hoy están pasando lo hicieron ayer en el mismo momento, ni de la misma forma ni con la misma intensidad.
Esas pequeñas cosas a las que me refería, esas pequeñas alegrías, esos gestos cercanos y cariñosos, a veces solo amables pero entrañables que te ofrecen las personas que te rodean son los que te engrandecen, te enorgullecen, dan sentido a la vida, te permiten zigzaguear entre la monotonía diaria y culminan transformando un día insulso en un día brillante.
Cuantos días brillantes has tenido en los últimos, por ejemplo, 30 días, o dos meses, o un año? No permitas que la encantadora previsión de la monotonía diaria te abrume, haz de cada día algo distinto, algo diferente que le dé sentido al paso de las horas y te reconforte, primero de forma personal y luego compartiéndolo con tus cercanos, bien directamente o bien moralmente, sentimentalmente o cariñosamente, pero demuéstrate - demuéstrales que eres feliz, que te rodeas de aquello de lo que disfrutas, de aquello que sientes cercano, tuyo, propio, y que además no te importa compartir, que es la clave del éxito.
Dale entrada en tu vida a todo y todos los que te rodean, no te aísles de ellos, ofréceles tu tiempo y tu dedicación sin egoísmos de ninguna clase, pospón aquello que más te gusta para jugar diez minutos con tu cercano, ofrécele esa hora de casi sueño de forma alegre al otro que te lo pide y lo ves como lo anhela y te sentirás reconfortado, henchido, lleno de satisfacción, de vida en definitiva y transformando esa monotonía diaria en un devenir alegremente diferente. Se tú de los demás y tuyo propio, te sentirás vivo y rodeado de cariño.
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