martes, 1 de diciembre de 2009

El reloj

Esta claro que todo comienza en un momento determinado y, desgraciadamente, tambien lo hace para terminar. Bueno, pues pongamonos manos a la obra y empecemos de cero, por eso el primer comentario se llama el reloj, porque es el que nos marca el comienzo y el fin de las cosas.
Relojes Mayas, de sol, egipcios, de pendulo, de pilas, atomico, por radio; relojes al fin y al cabo que nos permiten ver de forma continua ese devenir del tiempo, de nuestra vida, de la existencia de las cosas, de la realidad y de la presencia.
Relojes de arena, caducos, limitados, a menos que exista una intervencion directa de aquel que los maneja. Maquinas a la postre, que como todas ellas acaban fallando, se retrasan, se adelantan, se paran o comienzan de nuevo a caminar.
Relojes no como instrumentos aislados, sino concatenados e intimamente unidos al devenir del tiempo y la presencia.

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