domingo, 6 de marzo de 2016

El Ocaso de los Dioses

Es llamativo que cuando uno esta acostumbrado a oir música clásica, operas y otros géneros afines, de vez en cuando encuentra piezas musicales que le llaman la atención, aunque las hayas oído mil y una vez antes. Pero de forma repentina te sobrecogen y desentrañas lo que esconden desde la primera audición, pero no habías reparado en ello.
Uno de estos ejemplos puedo considerar esa pieza magistral de Wagner, “El Ocaso de los Dioses”, marcha fúnebre que ha aparecido en diversos filmes de distintos directores, pero que efectivamente, bien estudiado el momento de su aparición, puede hacer mágica la escena o escenas que aglomera.
Pero este no es el caso, lo mas llamativo es los mil y un pensamientos que te avasallan mientras la escuchas, evidentemente ligada de una forma intima con su carácter, una marcha fúnebre.
Y es que últimamente y no tan ultima, cada vez que veo televisión solo aparecen tres cosas: futbol, el canal caza y pesca y el telediario. De las dos primeras el culpable es mi suegro, que bien sea dicho de paso, es un bendito y no se merece otro mejor halago. Futbolero como no hay otro, remata desde el sillón cada vez que ve un partido, y lo observas como patalea los balones con la mantita, la luz roja de la mesa de camilla y sus auriculares, pues de otra forma no oiría nada del partido, o nos echan de la comunidad. El canal de caza y pesca es el de mediodía, justo a la hora de comer, que es corta, pues en menos de diez minutos ha engullido su plato, su fruta y su vino con casera, “esperándole los de arriba”, saliendo como alma que lleva Morfeo, que no el diablo, ya sabéis a que.
El telediario: ¡¡¡¡Hay Dios Mío!!!!. Batiburrillo sin par de casos y cosas, que mejor seria ni mencionar, pero a la postre, es el motivo de esta entrada en La Ribera.
Por donde comenzamos…? Política, por ejemplo…? Deprimente, bochornoso, asqueante ver como en un hemiciclo que representa a todo un país (y yo me planteo que no me vuelvan a representar nunca mas, dicho sea de paso), parece como si le salieran ventosas en el trasero, como vulgares potas negras (tan ricas bien cocinadas) a todos aquellos personajillos que anhelan, buscan y osan sentarse en uno de sus escaños. Su ombligo se torna infinito y hambriento de todo cuanto les rodea, parabienes, cámaras, grupos parlamentarios y un sinfín de connotaciones burlescas de las que hacen desuso para postin y relumbre de algo imposible que torne con algún brillo, aunque sea el de los ojos; minimo, pero perceptible en caso de febrícula. Y es eso, fiebre lo que les entra a dichos mequetrefes, que en la mayoría de los casos, apostaría que no saben hacer la “o” con un canuto. Deprorable. Fechoría tras fechoría lingüística, mal tono, poco sentido y un sentimiento burdo de incompetentes es el sabor que dejan tras sus actuaciones. Y no se salva nadie, ehhh!!!!
Sociedad: Pufff!!!: cazo, símil de zuceso, por la libertad en el uso del dinero de plástico que contienen las consabidas tarjetas digitales, de bancos, de sociedades, con un fin particular sin importarles el destino, bien sean peinados de alta gama, vinos exquisitos, decoraciones de cuartos de baño, ni la procedencia de dichos “cuartos”, sin fiscalización o con una fiscalización turbia, muy turbia, que parece que entre todos hemos pagado por el asesoramiento de un personaje a conferencias deportivas, próximo a  una familia que debería ser ejemplo y espejo para todos los españoles, y de todas las familias en general; pero señores, el padre de familia se dedica a cacerías de elefantes, la esposa no cocina, los hijos no trabajan, salvo una, y da la puñetera casualidad que pide la “excedencia” de un puesto a dedo. Y todo eso sin mencionar todos y cada uno de los intermediarios que se han asomado por dicho procedimiento judicial.
 Deportes: Siempre gana el Barça, y parece que el Madrid solo tiene un jugador. El resto con procedimientos judiciales por ocultación de fondos, engaños fiscales, contratos oscuros o inmiscuidos en procedimientos penales de todo tipo y colores. Ese es todo mi vasto conocimiento deportivo y el que día tras día, nos presenta nuestro noticiero, que mas bien parece El Caso.
Internacional: ¿A nadie se le ha ocurrido poner un letrero en la frontera que diga: “completo”, como cuando uno intenta ir a una representación famosa? No señores, no, aquí vale lo de “Pepe, vente pa Europa!!!”, que al final va a ser cierto lo de atar los perros con longanizas. El único problema es que las longanizas se están acabando y todavía no nos hemos enterado que las pagamos entre todos.
El Tiempo: Da igual, si es que da igual, toques donde toques, quince días de empleo y sueldo a la presentadora por sociedades paralelas que usan datos públicos para su beneficio. Da igual, nublado, soleado o lluvioso, viento del Norte o anticiclon de las Azores. Al final, en mi Ribera no llueve.
…Y si no se lo cree, estimado lector, ponga, ponga mañana el “parte” de mediodía y se dará cuenta que todo es lo mismo, semana tras semana, mes tras mes.
¿O será que mi televisor esta roto o trucado?
Fíjese bien, en unas pocas líneas han saltado a la palestra mas de quinientas personas que lo único que desean es su propio beneficio a costa de los demás.
No hay derecho, ni por supuesto justicia.
Yo, lo único que se, es que me voy a acostar, que mañana tengo que trabajar y seguir manteniendo con mis impuestos a toda esa farsa de demonios.
Os dejare un enlace a esa obra maestra que da titulo a este desdichado articulo, para que por lo menos disfrutéis de algo imperecedero.
Un abrazo a todos.


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